sábado, 5 de marzo de 2011

Las mujeres siempre tenemos el poder, y al poder nos lo dan los hombres. Porque todo lo que hacen ellos, sean padres, hijos, amantes o enemigos simplemente lo hacen para llamar nuestra atención. Los hombres nunca saben cómo vamos a reacciones, y eso los descoloca, los sorprende, los desestabiliza.Somos las mujeres las que siempre decimos sí o no, y en realidad les hacemos crearon a los hombres que son ellos los que dicen sí o no. El poder de las mujeres reside también en cuanto nos necesitan los hombres, se sienten perdidos si les damos la espalda.Los hombres nos temen, por eso somos tan poderosas. Pocas cosas nos pueden frenar. Somos las mujeres las que entendemos bien el poder, está en nuestra naturaleza, en nuestra ideología. El hecho de ser madre, eso es poder ¿o no?
  El poder de una mujer está en su corazón, en su intuición, en su instinto de protección. El poder de las mujeres está en su capacidad infinita de dar amor. Son los únicos seres capaces de experimentar el amor incondicional. Saben dar, cuidar y proteger la vida, y amar pase lo que pase.Maridos, hermanos, hijos, padres, amigos y novios le deben todo al amor de una mujer. Y todo lo que hacemos es un intento por corresponderlas. Es un elogio a la mujer. Los nenes jugamos a los soldaditos, las nenas a las muñecas. Nosotros nos preparamos para conseguir la gloria y ofrecérsela a ustedes. Ustedes se preparan para darnos la vida. La mujer vive para amar, y ese amor inmenso y arquetípico se transforma en fuente de energía para todos los que ocupamos un lugar en su corazón.

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